lunes, 30 de agosto de 2010

Segundo puente: la obra del despilfarro


Por encima del cinismo de los representantes de IU, que dependiendo del foro en el que se encuentren defienden o critican la obra del segundo puente, o de la actitud del PP y PSOE, que se pelean como hienas por la carroña de la autoría del tercer acceso, Los Verdes es la única formación política que siempre ha mostrado sentido común, oponiéndose frontalmente a la obra.

Nuestros argumentos ya han sido ampliamente expuestos en este blog, pero hoy queremos ampliar el argumentario hablando de empleo. Un tema que, lamentablemente, para el imaginario colectivo se escapa de las utópicas mentes de los ecologistas. Día a día intentamos demostrar lo contrario.

Hace unos días, se amenazó con la paralización de la construcción del tercer acceso a la capital. Los respectivos trabajadores esperaban en sus hoteles noticias con el miedo metido en el cuerpo. Desde Los Verdes nos solidarizamos con estos trabajadores, aunque estemos en contra del segundo puente no nos regocija ni mucho menos esta situación, sólo hubieran sido las enésimas víctimas del modelo económico del hormigón y el ladrillo.

Lamentamos la situación de estos trabajadores pero no por ello vamos a dejar de criticar este despilfarrador proyecto. Como ya hemos comentado otras veces, es indudable que si a cualquier experto en movilidad urbana le dieran los 300 millones de euros que cuesta el segundo puente para resolver los problemas de movilidad de la Bahía de Cádiz, lo último que haría sería la ansiada obra. Cuando el puente traiga el colapso circulatorio a la capital veremos quien se hace responsable.

Y hablando de 300 millones de euros y de empleo, volvemos al asunto que motivaba este artículo. En la situación de crisis que nos encontramos, Los Verdes nos preguntamos que hubiera pasado si esta faraónica inversión hubiera sido destinada a las pequeñas y medianas empresas (el sector que verdaderamente da más empleo en España). La respuesta es esclarecedora: el coste de oportunidad de esta obra es terrible.

Una PYME de tres trabajadores que participa en todos los programas vigentes de la Junta de Andalucía  puede ser receptora de unos 33.000 euros en acciones relacionadas con el inicio de su actividad (apoyo en el plan de comercio, gastos de alquiler y mantenimiento, incentivos a la contratación, formación...) . Por lo que con los 300 millones de marras se podría incentivar integralmente unas 9.000 PYMEs, con 27.000 personas trabajando. Evidentemente sería necesario que la ciudadanía tuviera espíritu emprendedor para generar este volumen de empleo. Pero desde luego este tipo de incentivos ayudarían a empezar.

Ahora mismo no contamos con datos del personal que emplea la obra del segundo puente, pero decir que podría acercarse a la cifra mencionada raya la sorna o, traduciendo al gaditano, suena a cachoneo. Además, y esto ya no es cachondeo, cuando termine la obra del puente nos preguntamos que harán los trabajadores. Aunque (volviendo a la sorna) a nuestros lúcidos gobernantes siempre se les podría ocurrir construir una autopista hacia el cielo, todo sea por generar empleo... y por el progreso.